Soluciones para la Administración
“No son los sueños del hombre los que le fallan”, afirmó L. Ronald Hubbard. “Es la carencia de la pericia necesaria para convertir esos sueños en realidad”. Por esa razón, y solo por esa razón: “Naciones enteras, por no mencionar empresas, sociedades o grupos, han pasado décadas debatiéndose en la confusión”.
Las consecuencias de esto saltan a la vista todos los días en los titulares de las noticias que hablan de los paralizantes déficits, de los onerosos impuestos, los negocios que fracasan y más de treinta y siete millones de personas (solo en el próspero Estados Unidos) que viven actualmente en una pobreza extrema. Por ello, y no sin razón, el Sr. Hubbard añade: “La felicidad del hombre y la larga vida de las empresas y estados, aparentemente dependen de una pericia organizativa”.
Si entendiéramos realmente cómo funcionan mejor los individuos, sus necesidades, sus aspiraciones y el origen de sus fracasos, entenderíamos de forma natural cómo funcionan mejor los grupos compuestos de individuos. Esta era la perspectiva desde la que L. Ronald Hubbard abordó los problemas de cómo cooperar con los demás, no con engaños administrativos ni con decretos autoritarios, sino con una visión especialmente solidaria en la que los grupos estén compuestos por individuos unidos con un propósito común.
En total, el Sr. Hubbard dedicó más de treinta años de su vida a desarrollar y codificar las políticas administrativas según las que las organizaciones de Scientology funcionan. Estas políticas se derivan de las leyes fundamentales que gobiernan toda conducta humana y por lo tanto constituyen un cuerpo de conocimiento tan importante sobre el tema de los grupos de individuos como lo son sus escritos sobre Dianetics y Scientology en cuanto a la rehabilitación del espíritu humano. De hecho, hasta la llegada de Dianetics y Scientology, se desconocían realmente los principios que gobiernan las actividades de los grupos, tanto como se desconocían los principios que gobiernan la mente humana.
En el centro de los descubrimientos administrativos del Sr. Hubbard está el organigrama. El organigrama, desarrollado en 1965, es el diagrama modelo de la organización que establece con precisión todas las funciones que se necesitan para que una actividad de grupo tenga éxito. De hecho, el organigrama describe el patrón ideal de organización para toda actividad.
Este patrón establece las actividades, ya sean de un grupo o individuales, en términos de siete divisiones esenciales. Estas divisiones a su vez establecen todos los deberes, posiciones y acciones necesarias para lograr un esfuerzo coordinado. Las divisiones de la 1 a la 7 del organigrama están establecidas en una secuencia conocida como el Ciclo de Producción. Una vez más, esta secuencia no está basada de ninguna manera en un dato arbitrario. Cuando el Sr. Hubbard habla de un ciclo de producción, no está hablando en términos de una línea de montaje o de la máquina compuesta de humanos, que constituyen el patrón organizativo del mundo empresarial. Más bien se refiere a aquellas actividades específicas que toda producción, ya sea individual o de grupo, sigue de forma natural. En realidad si uno desea lograr cualquier cosa tiene que realizar estos siete pasos básicos. En lo que a esto se refiere, el organigrama no es simplemente el método ideal para organizar con éxito, es en realidad el único método de organización de éxito.
Una vez definida la forma de la estructura de la organización, el Sr. Hubbard proporciona a continuación las políticas administrativas específicas sobre las que esta estructura funciona. Estas políticas administrativas se encuentran en una serie de textos de referencia conocidos como el Curso de Organización para Ejecutivos (OEC por sus siglas en inglés, Organization Executive Course). Estos volúmenes del OEC proporcionan la teoría y los datos específicos de cada aspecto del trabajo dentro de una organización, desde la contratación de personal hasta la conducta ética de los empleados; desde la promoción hasta el control de calidad y más. De hecho, existe un volumen correspondiente a cada una de las divisiones del organigrama, el cual establece las operaciones y funciones exactas de cada división.
En otros volúmenes adicionales conocidos como La Serie de Dirección, el Sr. Hubbard proporciona todo lo que un ejecutivo necesita saber acerca del tema de cómo dirigir una organización. Esto incluye: cómo organizarse, cómo actuar como ejecutivo, cómo establecer, cómo manejar el personal e incluso el arte de las relaciones públicas. Así es como los Volúmenes del OEC proporcionan las políticas mediante las que uno hace funcionar a una organización, mientras que La Serie de Dirección da las políticas mediante las que una organización se dirige.
Entre los principios que se hallan en estas políticas están las extremadamente relevantes Condiciones de la Existencia, que el Sr. Hubbard definió como el grado de éxito o supervivencia de algo. El concepto básico le es vagamente conocido al astuto administrador que habla en términos de “salud corporativa”. Pero a cambio de la idea de salud corporativa que solo implica dos estados, bueno o malo, y no ofrece los medios precisos con los que mejorar esa salud, el Sr. Hubbard brinda mucho más. Específicamente, el Sr. Hubbard analizó los diferentes grados de supervivencia, desde un estado de inexistencia hasta una situación de peligro, y desde la condición de emergencia hasta una condición de normal, afluencia o poder. Más aún, descifró las Fórmulas de las Condiciones, es decir, acciones necesarias que uno debe llevar a cabo para mejorar cualquier condición. Eso quiere decir que simplemente llevando a cabo los pasos establecidos, uno sube por cada condición hasta que la organización de uno está realmente prosperando.
“Habiendo tenido una oportunidad de primera mano de enfrascarme bastante profundamente en los escritos administrativos de L. Ronald Hubbard, estoy impresionado. La tecnología está llena de sentido común y es práctica. No conozco ningún otro cuerpo de leyes y metodología administrativas que sean tan completos, tan viables y que se puedan aplicar tan ampliamente como los del Sr. Hubbard. Su filosofía de pericia organizacional y sus explicaciones claras para uso en la aplicación merecen ser utilizadas de manera generalizada en la industria, empresas y en el gobierno”.
— Robert Goldscheider, Presidente, The International Licensing Network, Ltd., Technology Management Consultants
A fin de eliminar cualquier duda respecto a la condición en que uno está operando, el Sr. Hubbard fue más allá y desarrolló métodos con los que supervisar la salud organizacional a base de estadísticas. Una estadística, como la definió, es un número o cantidad comparada con un número o cantidad anterior de lo mismo. Por consiguiente, las estadísticas se refieren a la cantidad de trabajo realizado o al valor de este, constituyendo la única medida sensata de cualquier producción o cualquier actividad, ya sea organizacional o individual. Entonces, administrativamente, la estadística constituye la forma de medir la salud organizacional, mientras que las Fórmulas de las Condiciones del Sr. Hubbard brindan los medios para mejorar ese estado de salud. Utilizadas de forma adecuada, estas herramientas te permiten aislar exactamente las áreas problemáticas y te dicen cómo mejorar los puntos conflictivos.
“Un director, para ser eficaz y tener éxito, debe comprender de forma plena las metas y propósitos del grupo que dirige”. […] Tiene que ser capaz de tolerar y mejorar los progresos y logros prácticos de los que su grupo y los miembros de este puedan ser capaces. Tiene que esforzarse, siempre, en reducir el abismo existente en todo momento entre lo ideal y lo práctico”.
Dado lo que representan los avances administrativos del Sr. Hubbard en función de aportar las reglas básicas mediante las que los grupos realmente funcionan, era inevitable que sus descubrimientos administrativos fueran ampliamente solicitados tanto por la industria en general como por otros sectores. Por consiguiente y con el fin de satisfacer esa demanda, se crearon los “Hubbard Colleges of Administration” (Colegios Hubbard de Administración).
Estas instituciones utilizan específicamente los descubrimientos de L. Ronald Hubbard para incrementar la habilidad del profesional para abordar los desafíos de administrar y manejar un grupo, una compañía o una organización. Con sede en Los Ángeles, esta red de institutos ahora abarca los cinco continentes. Proporcionan entrenamiento en los métodos administrativos de L. Ronald Hubbard a hombres y mujeres de negocios de todas las disciplinas: la industria pesada, la industria de servicios, el mundo del entretenimiento, las comunicaciones, la industria médica y cualquier servicio profesional imaginable. La sede central en Los Ángeles es la que otorga los diplomas y recibe inscripciones de una docena de países, en particular de Asia, donde existe gran demanda de métodos innovadores de enseñanza administrativa.
De especial interés es el uso de las tecnologías administrativas de L. Ronald Hubbard en los antiguos países comunistas, en donde la privatización de la industria requería una filosofía organizacional completamente nueva. Rusia se enorgullece de tener un Colegio Hubbard de Administración en Moscú y ha sembrado la semilla de las herramientas administrativas de L. Ronald Hubbard en toda su infraestructura económica. Mediante el mismo proceso de privatización, los administradores húngaros también adoptaron las políticas organizacionales de L. Ronald Hubbard y por lo tanto, establecieron un Colegio Hubbard en Budapest. Si bien en un clima económico completamente diferente, tenemos una cantidad sustancial de empleados federales en Colombia que se enorgullecen de su entrenamiento en el Colegio Hubbard al igual que lo hacen los empleados del estado de Texas.
Recesión, inflación, productividad decreciente, endeudamiento, huelgas, desempleo, pobreza y carencia son síntomas de inestabilidad económica y son, de hecho, indicadores de un problema mucho más profundo: una paralizante falta de pericia administrativa. Si las empresas y los gobiernos de hoy en día pudieran aplicar de forma competente los principios básicos de organización y administración, tendrían soluciones prácticas para lo que se ha convertido en un caos económico y social. Ese es el papel de la tecnología administrativa de L. Ronald Hubbard: brindar los medios adecuados para que los negocios puedan prosperar, los gobiernos dirigir sabiamente, la gente librarse de los problemas económicos y, en resumen, que los sueños abandonados se puedan reavivar.